La Línea en la pintura

Quiero acercarme hoy a la figura de Vincent Van Gogh a través de una serie de pensamientos y reflexiones extraídas de las cartas que éste escribió a su hermano Théo, modesto marchante de cuadros impresionistas, durante su estancia en Arlés (Febrero de 1888 – Mayo de 1889):

“Mi querido Théo:
Durante el viaje he pensado en ti por lo menos tanto como en la nueva región que veía (…) Me parece casi imposible poder trabajar en París, a menos que se tenga un retiro para rehacerse y para recobrar la calma y el aplomo”. Arlés, 21 de febrero de 1888.

“He recibido una carta de Gauguin, que dice que ha estado enfermo en cama durante 15 días. Que está sin dinero, porque ha tenido que pagar deudas ineludibles (…) está resuelto a rebajar aún el precio de los cuadros.
(…) uno se consolaría si sintiera que va a venir una generación de artistas más felices”.

“Hay aquí un pórtico gótico, que comienzo a encontrar admirable, el pórtico de Saint-Trophime. Pero es tan cruel, tan monstruoso como una pesadilla china, que hasta ese hermoso monumento de un tan grande estilo me parece de otro mundo, al cual estoy tan satisfecho de no pertenecer como al mundo glorioso del romano Nerón”.

“Mi querido Théo:

Estoy en un arrebato de trabajo, ya que los árboles están en flor y quisiera hacer un vergel de Provenza de una alegría monstruosa”.

“Estoy de nuevo de nuevo en pleno trabajo, siempre vergeles en flor”.

“Tengo un nuevo vergel que está tan bien como los melocotoneros rosas y que tiene albaricoqueros de un rosa muy pálido”

“Actualmente trabajo en unos ciruelos de un blanco amarillo con mil ramas negras”

“Ya sabes que soy muy inconstante en mi trabajo, y que esta furia de pintar vergeles no durará siempre. Después de todo, vendrán posiblemente las arenas”.

“Me hace falta también una noche estrellada con cipreses ⸺ quizá sobre un campo de trigo maduro; aquí hay noches muy bellas. Tengo una continua fiebre de trabajo”.

“Es preciso llegar a que mis cuadros valgan lo que gasto en ellos, y aun que lo excedan, en vista de tantos gastos como ya he hecho. Y bien, ya llegaremos a esto”.

“Si llegara un mes o una quincena en la cual te sintieras mal de dinero, avísame, porque entonces me pondré a hacer dibujos y esto nos costará menos”.

“Todos los colores que el impresionismo ha puesto de moda son cambiantes, razón de más para emplearlos atrevidamente y muy crudos; el tiempo los rebajará más que suficiente”.

“Muy a menudo pienso aquí en Renoir y en su dibujo puro y limpio. Así se ven los objetos o los personajes aquí en la claridad”.

“El pintor del porvenir es un colorista como no lo ha habido todavía. Manet lo ha preparado; pero tú sabes bien que los impresionistas han logrado ya un color más fuerte que el de Manet. Este pintor del porvenir no puedo figurármelo viviendo en pequeños restoranes, trabajando con muchos dientes postizos y yendo a burdeles de zuavos como yo”. Arlés, 5 de mayo de 1888.

Bibliografía: Vincent Van Gogh- Cartas a Théo. Traducidas por Francisco de Oraa.

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