La Línea en la pintura

La otra cara de los número uno. La parte oscura de las divas. Lo que se esconden a sí mismos, y nos ocultan los más grandes. Aquello que nace en todos nosotros.

LA GRAN RENATA

Accedo al salón donde están celebrando la cena de despedida de la Gran Renata, la mejor soprano del mundo. Al verla, un pensamiento fluye: majestuosidad. Sentada en un trono, sus voluptuosidades vestidas en seda se desparraman por doquier, y sus ojos, adornados con círculos de diamantes rojos incrustados en la piel, ahondan en los míos hasta que cumplo con la genuflexión (obligatoria según el contrato que firmé). Se retira de la escena, pero ¿renunciar al enaltecimiento? Jamás.

Fotografío a los invitados: los mejores artistas líricos del momento que, sentados en la mesa semicircular que abraza a la Gran Renata, adoptan poses arrogantes. Ella vigila. Ellos engullen sin tregua, carcajean, pero a ella la ignoran, a partir de hoy no es nadie.

Para los presentes, invisible; hacia mí, la Gran Renata dictamina con señas precisas: “Fotografía mi `Canto del cisne´”. Ahora, balanceando su cuerpo con frenesí, dilata el cuello y, al tensar la boca, la voz surge en notas estridentes. Copas y lámparas de cristal estallan, y los invitados se llevan las manos a la garganta con dolor: sus cuerdas vocales también se rompen. Como persona sorda, siento la vibración; mis manos tiemblan, pero fotografían la gélida sonrisa de la Gran Renata.

MI INTERPRETACIÓN BOICOTEADA: LA VENGANZA DEL GRAN SANTINO

“¿Lo ven? Bajo la luz del foco, el exquisito Steinway exhala un influjo que incluso interrumpió las conversaciones del público cuando se levantó el telón. Y ahora ese piano me pertenece. Sí, ya sé que los medios que utilicé para conseguirlo fueron deshonestos, pero mi némesis, el Gran Santino, nunca me lo hubiera vendido a mí. Por otro lado, solo al piano le debía él su virtuosismo. Ahora me toca a mí. Mi mediocridad jamás será noticia de nuevo.

Ha llegado el momento. La tapa del teclado aún lleva su nombre, y eso tendré que cambiarlo.

¡Maldito! ¡Ha pintado todas las teclas de negro! Al muy tramposo le…”

Si te interesa mi trabajo, ponte en contacto conmigo