EL EXPRESIONISMO ALEMÁN
El expresionismo alemán surge a principios del siglo XX como una reacción al naturalismo, impresionismo y postimpresionismo del XIX, y al propio cubismo.
Coincidió en el tiempo con el fauvismo, y ambos fueron, por ende, los primeros representantes de las llamadas «vanguardias artísticas».
Los expresionistas amparaban la exteriorización de sentimientos, y primaron, en consecuencia, una visión interior del artista, frente a la plasmación de la realidad.
Se caracterizó más por ser una concepción del mundo que una mera exigencia artística o estética.
La obra expresionista es consciente, además, de su deseo de comunicar algo que vaya más allá de lo estrictamente plástico. Entonces, la forma en el cuadro se convierte en el soporte de un mensaje (social, ético o político), lo que permite que las figuras se puedan deformar o retorcer, si así lo requiere la idea que el artista quiere expresar.
Como movimiento que pretendía despertar al espectador de su letargo, y sobre todo, hacerle caer en la cuenta de la injusticia y la miseria humanas, el expresionismo alemán se aglutinó en torno a dos grupos: “Die Brücke” y “Der blaue Reiter”.
⸺“DIE BRÜCKE” (EL PUENTE).
Grupo fundado en Dresde en 1905, por cuatro jóvenes estudiantes de arquitectura (Kirchner, Erich Heckel, Karl Schmidt-Rottluff y Fritz Bleyl). Más adelante se incorporaron E. Nolde, M. Pechstein y O. Müller.
La voluntad de sus integrantes era abandonar situaciones pictóricas ya caducas y, ante todo, transmitir las preocupaciones políticas y sociales ocasionadas por el clima prebélico existente en esa época en Alemania.
Características generales
– Influencias: Van Gogh, Gauguin, Munch, el gótico alemán y el arte africano, pero sobre todo destacó su gran admiración por el primitivismo.
– Al ser un movimiento muy popular, su principal medio de expresión fue la xilografía porque permitía una difusión más amplia y rápida.
– Se apoyaba en experiencias psíquicas primitivas y místicas.
– En sus obras se respiraba soledad, angustia, sin duda derivadas de la amargura de la Alemania prebélica.
– Lo más importante como recurso artístico era el color; y cabe destacar que la libertad en su aplicación, deriva en la plasmación de colores muy bruscos, violentos e intensos.
– Del mismo modo, el uso de planos angulosos, cortantes y dislocados, de formas puntiagudas, líneas gruesas y trazos agresivos, definen el estilo de estos artistas.
– Bucearon en la deformación del color, las tipificaciones de cualidades emocionales.
– Principales temas:
La ciudad, considerada como elemento de reflexión ética y denuncia sociopolítica.
El Paraíso perdido, y una fusión del hombre con la naturaleza.
Los desnudos.
Escenas de circo y music-hall. A Kirchner le interesaba de los espectáculos de variétés, el movimiento, la animación, aquel ambiente febril y cosquilleo erótico, y la tensión entre las chicas que allí actuaban y los músicos.
⸺ “DER BLAUE REITER” (EL JINETE AZUL)
El grupo, fundado en Múnich en 1911, sobrevivió hasta el comienzo de la Primera Guerra Mundial.
Los principales integrantes fueron Kandinsky, Franz Marc y Paul Klee, y en 1912 se publicó el almanaque que dio nombre al grupo.
Compartían con “Die Brücke” su oposición al impresionismo y a la sociedad de su tiempo, pero mientras sus antecesores la criticaban con dureza, “Der blaue Reiter” trató de superar la realidad idealizándola.
Rasgos distintivos
-El arte era, ante todo, una cuestión espiritual. Ofrecían una especie de misticismo que exaltaba los valores espirituales.
-La forma era algo externo, casual, que se desarrollaba en permanente cambio.
-En el universo artístico la imitación no constituía por sí misma una obra de arte, y lo importante era la expresión del interior del artista.
-Su meta era la síntesis de las artes.
-El color era considerado como el elemento básico de la obra.
-Uso de la acuarela frente al grabado, que consiguió un estilo más refinado y espiritual.
-No utilizaban la deformación física.
-Demostraban gran interés por el misticismo y el simbolismo.
-Predilección por la forma abstracta, que evolucionó hasta el expresionismo abstracto puro.
Franz Marc definió su objetivo con las siguientes palabras: “crear para su época símbolos que se eleven a los altares de la futura religión espiritual”.
“DIE NEUE SACHLICHKEIT” (LA NUEVA OBJETIVIDAD)
Tras la Primera Guerra Mundial, en 1918, surgió un nuevo brote expresionista que, impulsado por el ambiente de derrota, se desarrolló con tintes de crítica social.
-Nació como una reacción frente al individualismo expresionista, y defendía un carácter más social del arte.
-Regresó la figura realista y se tornó a la plasmación objetiva de la realidad circundante.
-Empleaban los mismos colores intensos que los fauvistas y los expresionistas de la primera generación.
-Principales integrantes: Georges Grosz, Otto Dix y Max Beckmann.
-El grupo desapareció en 1933 con la aparición del nazismo.
“Realmente carece de sentido amar a los hombres, a ese montón de egoístas (al que pertenece uno mismo). A pesar de todo, yo lo hago. Los amo con toda su poquedad y banalidad”- Max Beckmann.
Bibliografía:
– “Los maestros de la pintura occidental” Dirigida por Ingo F. Walther.
– “Escritos de arte de vanguardia 1900/1945” Ángel González García, Francisco Calvo Serraller y Simón Marchán Fiz.
– “Historia del arte” Paloma Esteban Leal y Montserrat Carracedo Matorra.
– “Descubrir las vanguardias. El expresionismo” Javier Pérez Segura.
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