
«Eventos», 1982
Dorothea Tanning, 1910 – 2012
Acuarela y grafito con carboncillo sobre
papel verjurado blanquecino.
105 x 75,7 cm
DOROTHEA TANNING Y LA TRANSFORMACIÓN ONÍRICA
Dorothea Tanning (1910-2012) fue una artista estadounidense cuya carrera abarcó más de siete décadas, destacándose en los campos de la pintura, la escultura, la escritura y el diseño de vestuario. Nació en Galesburg, Illinois, y se convirtió en una figura prominente del surrealismo, movimiento artístico que explora los sueños y el inconsciente. Llegó a influir de manera muy profunda en el desarrollo del arte contemporáneo.
«EVENTOS»
Pintura creada en 1982. Esta obra captura la esencia de su exploración artística, donde el mundo real se transforma en un teatro de lo imposible. «Eventos» presenta una serie de figuras humanas en un espacio indefinido, evocando una atmósfera de enigma y anticipación.
La composición es intrincada y detallada, con formas que parecen disolverse y emerger del entorno. La obra transmite una sensación de movimiento y transformación constante, reflejando el interés de Tanning por los estados liminales y las experiencias de transición. Los personajes, atrapados en un momento de cambio, capturan la tensión entre lo conocido y lo desconocido.
Dorothea Tanning utiliza una paleta de colores suaves y difuminados, que añaden una calidad etérea a la escena. Las figuras parecen estar envueltas en un sueño, desafiando las leyes de la física y la lógica. Esta obra es un testimonio de la habilidad de Tanning para evocar emociones profundas y complejas. Utiliza el lenguaje visual del surrealismo para explorar los recovecos más oscuros del subconsciente humano.
UN VIAJE A TRAVÉS DEL SURREALISMO
El estilo de Tanning evolucionó de manera significativa a lo largo de su carrera. Sus primeras obras están influenciadas por el surrealismo, caracterizándose por escenarios oníricos y figuras metamórficas. Durante la década de 1940, Tanning se mudó a Nueva York, donde conoció a artistas surrealistas como Max Ernst, con quien se casó en 1946. Esta unión no solo fue personal, sino también creativa, fomentando un intercambio de ideas que enriqueció sus respectivas obras.
Tanning se destacó por su habilidad para combinar lo familiar con lo extraño, creando escenas que evocan un sentido de misterio y fascinación. Sus obras invitan al espectador a explorar mundos alternativos, donde la realidad se entrelaza con lo fantástico.
El surrealismo de Dorothea Tanning se distingue por la creación de paisajes mentales en los que la lógica ordinaria es subvertida. En pinturas como «Birthday» (1942), una de sus obras más icónicas, se puede ver una combinación de lo cotidiano con lo extraño. En el cuadro, una joven, tal vez Tanning, se encuentra en un espacio doméstico, pero rodeada de puertas abiertas que apuntan infinitas posibilidades, mientras a sus pies yace una criatura fantasmal. Estas composiciones oníricas sugieren la influencia de Freud y su exploración del inconsciente, así como una profunda meditación sobre la identidad y la transformación.
ESCULTURAS BLANDAS: UN NUEVO LENGUAJE VISUAL
En la década de 1960, Tanning comenzó a explorar la escultura, creando una serie de obras que expandieron su vocabulario surrealista al espacio tridimensional. Destacan en especial sus esculturas blandas. Estas piezas, hechas de telas y otros materiales suaves, retuercen y deforman las formas humanas y animales en configuraciones extrañas y a menudo perturbadoras.
Estas obras de Dorothea Tanning, como «Étreinte» (1969), desafían las expectativas del espectador sobre la rigidez y la solidez de la escultura. En lugar de materiales tradicionales como el mármol o el bronce, utiliza telas acolchadas para crear figuras que parecen al borde de la disolución. Estas esculturas evocan una sensación de vulnerabilidad y mutabilidad, alineándose con el interés de Tanning por los estados de transformación y la fluidez de la identidad.
La elección de materiales blandos también añade una dimensión táctil y sensorial a su obra, invitando al espectador a imaginar la sensación de tocar estas superficies suaves y onduladas. Las formas de sus esculturas blandas a menudo sugieren una transformación orgánica, como si las figuras estuvieran en proceso de convertirse en algo nuevo y desconocido.
LEGADO Y CONTRIBUCIONES
El impacto de Dorothea Tanning en el mundo del arte es incuestionable. Su capacidad para combinar la narrativa personal con temas universales ha influenciado a generaciones de artistas. Además de sus pinturas y esculturas, Tanning también incursionó en la escritura, creando poesía y memorias que ofrecen una mirada introspectiva a su vida y proceso creativo. Su obra continúa siendo objeto de estudio y admiración, recordándonos la importancia de la imaginación y el misterio en el arte.
En sus últimos años, se dedicó a la escritura, publicando poesía y memorias que ofrecen una mirada introspectiva a su vida y proceso creativo. Su libro, «Between Lives: An Artist and Her World» (2001), proporciona una visión detallada de su carrera artística y su vida personal, revelando la profundidad de su pensamiento y su compromiso con el arte.
CONCLUSIÓN
Dorothea Tanning es una figura fundamental en la historia del arte surrealista. A través de su obra, nos invita a explorar los límites de nuestra percepción y a abrazar el poder transformador de la creatividad. Sus esculturas blandas expanden su visión surrealista a nuevas dimensiones, desafiando las convenciones y estimulando la imaginación. Su legado perdura.
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