Dos estudios para una mujer agachada. 1914- 1915
Grafito.
Gustav Klimt (1862 – 1918). Su obra se considera una mezcla de simbolismo y Art Nouveau. De entre toda su creación quiero destacar aquella en la que reina su visión de lo femenino, de la sensualidad.
LOS DIBUJOS ERÓTICOS
Se cree que Klimt realizó más de 5.000 dibujos, en realidad la mayoría eran estudios para otros cuadros, pero los adjetivados como eróticos, siempre han causado auténtica fascinación, y son, según muchos críticos, lo mejor de su obra.
Solo algunos de estos dibujos se conocieron en vida del pintor (la primera vez que se presentaron en público fue en 1907). De manera evidente, la sociedad demasiado conservadora de la época, fue la causa de que sea la parte menos conocida de su trabajo.
El desnudo femenino fue una de sus más importantes fuentes de inspiración; Klimt valoraba el cuerpo de la mujer como la cúspide del arte.
Son obras colmadas de energía sensual y sexual, donde el pudor y la vergüenza se desvanecen.
Dibuja solo los contornos, con líneas de gran valor expresivo.
El artista plasma instantes íntimos, las figuras se presentan con los ojos entreabiertos o cerrados, en actitudes de ensueño, de somnolencia, que aumentan el tono sexual y erótico. Es una escena centrada en sí misma: no hay contexto espacial o temporal, ninguna narrativa; sin comunicación entre la mujer y el espectador.
Mostró la delicadeza y la dulzura en el abrazo de jóvenes lesbianas, el ensimismamiento y aislamiento en la masturbación. No evita plasmar cualquier deseo, en teoría prohibido, pero tampoco pretende provocar ningún escándalo. Todo este mundo absorto existe al margen de la mirada del público.
FIGURA DE MUJER
La imagen femenina, es lo que determina su obra. Para Klimt la mujer es un ser bello, seductor, enigmático, llegando a obsesionarse con sus modelos.
Se movía entre la figuración concreta y la abstracción. Utilizaba una amplísima variación de colores de gran luminosidad, oriental, y los reforzaba con fondos u ornamentos dorados.
RETRATOS FEMENINOS
“Los retratos femeninos de Klimt nos permiten seguir claramente la dirección de su camino. La mujer es para Klimt una vivencia íntima que recrea como un auténtico erotómano; el artista se ha compenetrado con cada línea de sus cuerpos y sus ropas, con cada sonrisa y con cada movimiento”. Hans Tietze
“En los retratos crea figuras femeninas enérgicas, vitales, sedientas de vida o soñadoras, que, a pesar de sus diversas características, son fruto de la gracia del pintor. Como figura ideal, reduce el cuerpo de la mujer a magníficas líneas decorativas. Desaparece todo lo casual, lo característico e individual, tan solo permanece lo puramente típico, el extracto sublimado de la mujer moderna que ha sido configurado por el artista”. Berta Zuckerkandl
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